Por: Juan Carlos Cuya Velarde

Por: Juan Carlos Cuya Velarde
muchas historias entretejidas...olvidadas...perdidas

Tras el silencioso recorrido del capullina...se van tejiendo y contando historias en secreto pecado.

Por: Juan Carlos Cuya Velarde


jueves, 22 de julio de 2010

Carta de un soldado desconocido

Carta de un soldado desconocido

He recogido de alguna manera algunas cartas y cuentos que escribí en mi juventud (aun no lejana) pero que guarde celosamente en un cuaderno, en el borrador que espero sea algún día un libro. 
La historia del Perú es valiosa, pero sera mucho mas, el día que todos los peruanos la conozcamos. Esta carta trata de mostrar lo que vivieron nuestros soldados en la campaña del sur (la del ejercito profesional). Sobre las pampas que recorrieron desde Pisagua hasta San Marcos de Arica. "Pozo Almonte" era un campamento salitrero y sobre aquellos campamentos se aposto muchas veces nuestro ejercito, para tomar descanso de aquel andar, para esperar el momento de la cruenta guerra. Espero sea de su agrado y que por medio de esta podamos ver la historia de una manera distinta, con datos históricos narrados desde el mismo campo, con la facilidad de un diario o del de una epístola triste.

Dejo entonces la primera carta. Espero sea útil para ustedes  y sobre todo para la patria que tanto reclama la integridad de sus hijos.




Pozo Almonte, 8 de noviembre de 1979                                                                                             


La guerra que empezó hace meses para el Perú, ha empezado hoy para nosotros, hace unos días que abandonamos Iquique, dejando en él, solo un batallón al mando del coronel ríos. Batallón que esta lleno de hombres de empresa y negocios, de muchos de ellos aún no me explico el porque de su presencia en esta lid, solo el amor a la patria me explica a veces lo inexplicable para mi.
Con la muerte de Grau y la perdida del Monitor Huascar, la guerra del mar termino y empezó la nuestra. Hace dos días que hemos llegado a Pozo Almonte, aquí no hay mas que arena ardiente y el viento que se impone a mis ojos y me hace quedar ciego por momentos, aunque hace falta estar ciego,  para no ver esto. Desde que partimos de Iquique, no he tenido otra cosa mas en mi cuerpo que hambre, hambre que me combate con el frió de la noche. Aunque mi amor por la patria y mi mente no hace mas que pensar en ellos, no dejo de pensar en el momento de enfrentar a los chilenos, mi corazón no siente mas que sed de venganza, aunque mi mente a veces discrepa de ello, no hago mas que esperar al momento de la lucha.

Dos onzas de papas, tres de arroz y un pedazo de charqui han sido hoy la ración del soldado, ración que he aceptado con gusto, pero que mi barriga no ha sabido agradecer.

Hace poco que he tenido noticias de José, se que esta vivo, aunque en iguales condiciones que las nuestras. También han llegado algunos hombres del puerto de Pisagua, algunos los llaman sobrevivientes y hasta fugitivos, yo solo los llamare soldados del Perú, y es que con ellos ha llegado la triste noticia de la muerte de los nuestros en una batalla desigual. Según escuche narrar a alguno de ellos, todo empezó al amanecer, cuando el puerto de “Pisagua” diviso en sus costas entre 18 y 20 humos chilenos, he escuchado al igual que los demás, que ellos eran muchos y nosotros pocos, que la lucha se prolongo por mas de 7 horas y que el incendio del puerto sello nuestra primera derrota. Allí lucharon los hombres de los batallones “Victoria e independencia”,dicen que eran como 900, pero aquí solo llegaron poco mas de cien.

A veces me pregunto si todo esto tiene sentido y solo le ayo uno: mi patria. Y es que mi patria hoy se ha convertido en mi madre, mis hermanos, los hijos que añoro tener con la mujer que tanto amo  y que tanto espera el regreso. Pero hoy se han unido a ellos los hombres del “victoria” e “independencia”, no se bien ni como se llaman ni como eran, solo se que estuvieron ahí y que hoy estarán por siempre en mi.

Algunos de los hombres que caminan a mi lado me preguntan que tanto escribo en esta libreta, aunque casi todos no saben leer ni escribir y creo que no preguntan para que nos les pida que lean ellos mismos lo que escribo, aunque aquí sirve de poco saber escribir y leer, puesto que mandar una carta es tan difícil como todo en una guerra.

El frió se ha recogido hoy mas que nunca. Y solo la luna llena de esta noche me permite ver mas allá de mis narices, solo la pequeña fogata calienta mis pies y alumbra mis ojos.

Solo a partir de hoy, con lo escuchado por aquellos hombres e entendido que ha llegado mi turno de enfrentar al rival y esquivar a la muerte, muerte que no he de conocer hasta que la vea primero en mis enemigos  y no en mi.

Soldado desconocido

miércoles, 21 de julio de 2010

La procesión de la Bandera y la aun cautiva iglesia de San Ramón

la procesión de la Bandera y la aun cautiva iglesia de San Ramón
“Desde que vi la luz mi pecho anida…dos amores mi patria  y mi bandera (…) por mi patria el Perú yo doy la vida (…) por mi bandera el alma, el alma entera (…) yo quiero que mi patria bien querida (…) vuelva a ser en América lo que era (…) que su enseña blanca y encendida flote muy alto y sea la primera (…) Mi patria, Mi bandera, Desde niño fueron mi encanto, fueron mi cariño. (…) Ni la sangre que deja horribles huellas”
Al ritmo de aquella canción, debe iniciarse este recuento de nuestra bandera y sobre todo de  nuestra  procesión de la bandera (declarada ya patrimonio cultural del Perú). A pesar de que esta histórica procesión de la bandera, se conmemora o dígase mejor se  revive cada 28 de agosto de manera seglar. Esta tuvo su origen el 28 de julio de 1901, a decir del gran poeta del Cautiverio “Federico Barreto”, fue esta  quizás una de las emociones más hondas de su vida.

Fue en un principio, idea de la ya histórica Sociedad de Auxilios Mutuos “El porvenir”. Quien con deseo de bendecir en la iglesia parroquial un magnifico estandarte de seda, bordado con oro. Requiere al entonces intendente de Tacna General Vergara, permiso para tal acto. En principio este permiso fue negado hasta en dos oportunidades. Sin embargo nadie comprende ni explica aún que habría pasado por la cabeza de este, que en un acto inesperado concede el permiso, con la única condición de hacer responsable a la sociedad de cualquier acto de carácter patriótico.

Está bien, señor intendente-dijo uno de ellos, hablando por todos y conteniendo su indignación. No  se oirá un solo grito en las calles durante la procesión de la bandera. Fue así que en las primeras horas de la mañana, más de 800 miembros de la sociedad “El Porvenir”, condujeron a la iglesia de San Ramón el estandarte que había de bendecirse.
El templo repleto recibió a más de diez mil tacneños quienes luego del Te deum esperaban solo el final del acto litúrgico para sacar en procesión la tan esperada bandera a bendecir. Termino con  el Acto, el cura vicario Alejandro Manrique: exhortando  desde el pulpito a mantener siempre latente en el alma, el amor a dios y a la patria; a soportar con entereza las amarguras del cautiverio y a confiar sin desmayo en las reparaciones justicieras del porvenir.

De esta manera empezó aquella histórica procesión ya conocida por todos nosotros y la heroica ciudad de Tacna retorno al seno de la Patria, quedando para siempre aquella multitudinaria procesión.
Sin embargo hay en Tacna aun una cautiva: “La iglesia de San Ramón
 De ella aun  no tengo muchos datos históricos sobre su construcción. Pero  lleva el nombre del patrono de las embarazadas y parturientas, cuya fiesta en su honor se celebra el 31 de agosto de cada año. Casualidades o no, creo que su nombre y celebración están muy ligadas a nuestra historia.

Aquella iglesia, que fuera en épocas del cautiverio, actriz principal de nuestra procesión de la bandera. Se encuentra hoy cautiva del abandono y del olvido. Razones que han  llevado a una institución del estado como el Ministerio Público  a querer derrumbarla y que pase a ser el terreno de la ampliación de su ya remodelado local.
 Me duele pensar que sobre aquella iglesia solo se esté esperando o propiciando su derrumbe para dejar cautiva por siempre su invalorable historia. Dejando en el olvido de sus escombros,  aquel  acto tan insigne de  bendición de nuestra bandera y además su importante servicio a la patria.
Sobre ella no solo se dio la defensa de la historia de Tacna a través de sus vicarios, sino que  además fue lugar de descanso de nuestros soldados  heridos en la  defensa del 26 de mayo (entre ellos Florencio del mármol, argentino al que le debemos un articulo propio por su actuar en tan cruenta guerra). También se velaron en ella los restos de nuestros héroes caídos y fue quizás el primer lugar de refugio de nuestros soldados sobrevivientes a tan  cruenta lid.

Así se encuentra desde hace muchos años la iglesia de San Ramón: Olvidada-Cautiva. Hoy los tacneños nos sentimos orgullosos de ser la ciudad jardín, de estar a puertas de inaugurar el primer by pass y muy pronto el primer hipermercado. Sin Pensar quizás, que en una callecita de Tacna se encuentra ella- esperando la memoria de sus hijos. Aquella casa de Dios, esta ahora abandonada al inclemente tiempo, resistiendo y añorando  aun sobre sus cimientos- el retorno a Tacna- y oponiéndose al ferviente deseo de convertir su suelo tacneño en concreto de olvido. 

 http://jcuyav.blogspot.com

lunes, 12 de julio de 2010

Independencia en el Perú

Independencia en el Perú

Hablar de  independencia en el Perú y sobre todo de independencia en estos tiempos, se ha vuelto algo confuso. Seguramente aun más, para quienes, quisieran conocer el trasfondo político y social de aquel gran acontecimiento libertario.
Con pesar, leo algunos artículos en esta red mundial de la internet y noto como muchos peruanos, sobre todo nuestros hermanos del ande, aun reclaman independencia. Noto en ellos un inconformismo con la tan aclamada fiesta patria y veo que no les falta razón.
 Los veo señalar que no se puede hablar de independencia, cuando ellos aun pasan hambre, frio y abandono político y social. En donde solo una frazada y tres cruzadas pretenden reemplazar el olvido del Perú a su gente.
En la costa oigo decir que no somos libres, porque aun, existen peruanos que les roban a otros peruanos, que aun hay autoridades que representan supuestamente al Perú, cuando realmente solo representan sus intereses personales.
Por la selva dicen que no tienen carreteras, que están desconectados del Perú y que hay más presencia de Brasil y Colombia en ellos, que de su propia patria. Escuchaba a un amigo decir que el Banco de la Nación tiene dos oficinas que quedan a 15 y 24 días de viaje en lancha desde la urbe más cercana y que estas solo tenían como necesidad acercar al estado a una población más brasileña que peruana. Y me preguntaba: ¿si eso será suficiente?
Quizás, todo aquello que leo y escucho, no esté lejano de la realidad y de nuestro pasado. Pasado al que hace 189 años se acerco don  José Francisco de San Martín (Yapeyú, Argentina, 25 de febrero de 1778 - Boulogne-sur-Mer, Francia, 17 de agosto de 1850) . Leía aquella historia que hemos aprendido desde niños. Del libertador llegado desde tierras lejanas a este país sediento de libertad. Y tras ello, entiendo que hubieron muchas cosas que no se nos enseñaron en aquellos claustros de formación. ¿Qué libertad sería la de este pueblo si la gobernara políticamente o si la dominara militarmente en su totalidad? Se preguntaba: el general.
Quizás por ello, no acepto nunca el título de presidente del Perú independiente. A pesar de ello, aun escucho responder a muchos: que nuestro primer presidente fue don José de San Martin. El no permitió aquel titulo y solo acepto el de “Protector del Perú”, para marcharse prontamente un 20 de setiembre de 1822.
Pienso quizás, que San Martin se marcho del Perú por ese mismo pensamiento que hoy rescato y reconozco en los reclamos de este siglo: Voy a hacer el último esfuerzo en beneficio de la América. Si éste no puede realizarse por la continuación de los desórdenes y anarquía, abandonaré el país, pues mi alma no tiene un temple suficiente para presenciar su ruina.
En efecto, San Martin le dio la independencia al pueblo peruano, pero inmediatamente este le fue quitado al pueblo y dado nuevamente, en contra de la voluntad del libertador: al noble, al criollo hacendado, al político, al oidor. Fue quizás aquella anarquía que desterró a San Martin, aquella anarquía  que aun reclaman  y desdeñan los peruanos.
El 15 de julio de 1821 don José de San Martin declara la independencia del Perú en la ciudad de los reyes. Efectivamente, fue el 15 de julio que se firmo el acta de nuestra independencia  y no el 28 de julio como lo celebramos.
El 28 de julio don José de San Martin proclamo la independencia del Perú. Fue en sábado 28 de julio que San Martin proclama aquella frase frente a cerca de 16 mil limeños: el Perú desde este momento es libre e independiente por la voluntad de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia! ¡Viva la patria!.
Don José de San Martin decide proclamar la independencia un sábado, con el fin de hacerla llegar al pueblo. Aunque sea por lo menos el limeño, pues creía necesario hacerlo de esa manera y no de otra. Dicho discurso se repitió aquel día hasta en tres oportunidades, en los que se repitió el mismo ceremonial: la plazuela de la Merced, el frontis del convento de las Descalzas y la Plaza de la Inquisición (hoy Plaza Bolívar o del Congreso). Después de hacer este circuito, que duró 3 horas, Lima se tiño de fiesta, a la que asistió toda la nobleza limeña y las más insignes damas. Fiestas y aconteceres que de seguro serán motivo de otro artículo, pero que hoy están dedicados a don José de San Martin.
Me quedo y dejo para con ustedes tres frases que creo justas y dignas del libertador: 1) No es en los hombres donde debe esperarse el término de nuestros males: el mal está en las instituciones y sólo en las instituciones. 2) Estoy firmemente convencido que los males que afligen a los nuevos Estados de América no dependen tanto de sus habitantes como de las constituciones que los rigen. Si los que se llaman legisladores en América hubieran tenido presente que a los pueblos no se les debe dar las mejores leyes, pero sí las mejores que sean apropiadas a su carácter, la situación de nuestro país sería diferente. 3) Si somos libres, todo nos sobra.
Don José de San Martin fallece lejos del Perú en Francia a los 72 años de edad. Dejando entre su última voluntad un testamento que refleja aquel hombre de pies a cabeza y es pues su cuarta la voluntad la que lo refleja más aun:
Cuarto: Prohíbo el que se me haga ningún género de funeral desde el lugar en que falleciere, se me conducirá directamente cementerio sin ningún acompañamiento, pero sí desearía, el que corazón fuese depositado en el de Buenos Aires.
Finalmente declara: Declaro no deber ni haber jamás debido nada a nadie. Y es cierto mi general: no debió ni debe nada a nadie. Sin embargo los peruanos le debemos  aun más que la libertad la lección de aprender que Divididos seremos esclavos, unidos estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor.

Esa es la lección aprendida hoy, dejemos de lado nuestras banderas y colores, nuestros resentimientos, diferencias y distancias y abandonemos por fin el conformismo del pequeño y seamos gigantes constructores. Desde un solo monte, desde un solo horizonte, desde un solo ande. Desde nuestros hogares, desde nuestras vidas y principios. Dejemos que el mundo cambie con nosotros y no nosotros con el mundo.
Quienes únicamente se solazan con el pasado, ignoran que el Perú, el verdadero Perú es todavía un problema. Quienes caen en la amargura, en el pesimismo, en el desencanto, ignoran que el Perú es aún una posibilidad. Problema es, en efecto y por desgracia el Perú; pero también, felizmente, posibilidad.
Jorge Basadre Grohomann

martes, 6 de julio de 2010

de don Francisco Antonio de Zela Arizaga a los Peruanos ...

¡Tacneños! ¡Patriotas!...Llego la hora. Ya somos libres. Esta libertad debemos afirmarla con nuestro esfuerzo, con nuestros brazos armados, con la fortaleza de nuestros corazones. Los pueblos de América están pendientes de nuestra acción...
Francisco Antonio de Zela. Tacna. 20 de junio de 1811

Dicen que las coincidencias no existen y quizás fue esta frase,  para  don Francisco Antonio de Zela Arizaga, una  frase  muy peculiar.  Sin quererlo y sin saberlo quizás, hasta el mismo día en que la muerte llegara en su búsqueda.  Que, comprendería lo caprichosa e impredecible de la misma.
Hijo de español y de madre criolla, nació un 24 de julio de 1786 en la ciudad de Lima. De seguro muchos recordaran que fue aquel quien dio el primer grito de libertad en el Perú. Aquella  rebelión de Tacna estaba en estrecho contacto con la revolución argentina, que se inició en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810. Los argentinos enviaron un ejército a la región de Charcas (Bolivia), bajo el mando del general Antonio González Balcarce y el abogado Juan José Castelli . Ellos enviaron proclamaciones a varias ciudades en el sur del Perú, invitándolos a seguir en la revolución. La ciudad de Tacna fue la primera bajo la dirección de Don Francisco Antonio De Zela, asaltando primeramente el cuartel de caballería y luego el cuartel de infantería que estaban situados a dos cuadras de distancia. A la voz de "..cargar y adelante", la noche del 20 de junio de 1811. Trágicamente, el mismo día (20 de junio) el ejército argentino fue derrotado por fuerzas españolas encabezados por el Brigadier Goyeneche en la zona de Guaqui, cercano al lago Titicaca, y por lo tanto, De Zela nunca recibió el apoyo necesario. Esta noticia crea un problema moral para De Zela y su reducida tropa, como resultado de ello, fueron diezmados y algunos capturados por los españoles sin presentar batalla. Los principales dirigentes de la rebelión fueron sometidos a juicio, entre ellos De Zela, llevándolo a Lima para ser condenado a 10 años en la prisión militar de Chagres-Panamá, De Zela murió allí.
 Quizás es poca coincidencia que De Zela naciera en el mes de julio y que antagónicamente luchara contra la propia casta de su padre, sin embargo lo inexplicable de la vida es que De Zela murió en el Castillo de Lorenzo de Chagres( Panamá),el 28 de julio de 1821, el mismo día de la Proclamación de la Independencia del Perú; muere sólo y abandonado en una de las mazmorras de esta prisión a la edad de 35 años, sin conocer la noticia de la Independencia del Perú. Sin Saberlo quizás, solo expiro su alma, el día que el sueño de su pueblo comenzaba a hacerse realidad.

Así comienza esta historia de independencia peruana. No podemos dejar  de decir sin embargo:que el Perú  no se sentó en un banquillo de oro, a esperar su libertad, con  la llegada de San Martin primero y posteriormente de Simón Bolívar (con Ayacucho y Junin). Esta solo fue, la continuidad de mateo Pumacahua y los hermanos Mariano, Jose, Juan y Vicente Angulo  Torres  en Cusco (ejecutados por los españoles en el levantamiento de cusco -1814), Juan Pablo Vizcardo y Guzman (Arequipa) y por supuesto de Zela y los  caciques de Tacna Toribio Ara y su hijo José Rosa Ara y el cacique de Tarata Ramón Copaja.

La libertad del Perú no se logro aquel 20 de junio de 1811 quizás con de Zela, pero lo que si se logro, fue el primer grito de Libertad ahogado en los corazones y mentes peruanos. Que soñaron con ser libres y que lucharon desde aquel rincón de la patria, en donde esta los reclamo.
Es julio y de seguro hoy debemos de recordar, más allá de la fiesta y el júbilo. Debemos sentir que todo aquello por lo que hoy nos sentimos peruanos, tuvo antes una historia llena de luchas y afrentas. Que deberán mantenerse en nuestras memorias, con el único deseo de que no se vuelvan a repetir.

Es julio y hoy más que nunca deberemos pensar que si ayer se soñaba con la libertad y bienestar, hoy debemos trabajar para mantener esos sueños y sobre todo para cumplirlos. Debemos recordad que desde el lugar en donde hoy nos encontramos, debemos mantenernos íntegros y confesos con nuestros sueños y el de nuestra patria, que día a día nos reclama honestidad, integridad y compromiso personal e institucional para con el Perú.

¡Felices Fiestas Patrias!

Y luchemos como Tacneños, para lograr que se nombre el “Año del Bicentenario del Primer Grito de Libertad dado en Tacna”