Por: Juan Carlos Cuya Velarde

Por: Juan Carlos Cuya Velarde
muchas historias entretejidas...olvidadas...perdidas

Tras el silencioso recorrido del capullina...se van tejiendo y contando historias en secreto pecado.

Por: Juan Carlos Cuya Velarde


lunes, 27 de septiembre de 2010

El Viaje

 Se ha cerrado otra vez la reja de mi vida y tras ella se encuentra la razón de mi existencia. Permanezco inerte frente al silencio y un buen vaso de lúpulo, traspasa mi garganta, como el mejor  paliativo a esta desmemoria del tiempo.
La casa está vacía y tú sigues esperando respuestas. Como si ellas fueran a llegar con la lógica del mundo. Como si la vida fuera un cálculo matemático. Como si tú, supieras sumar y restar.

(…) Carlos ha llegado por fin al pueblo, y sobre el viejo camino, a encontrado aquel vació que su mente fue dibujando durante las horas de viaje. La estación esta como siempre, pareciera que nada ha cambiado, aunque entiende que ya nada debe ser  igual.  
Como pensó (…)  nadie ha llegado a recibirlo. Después de todo, solo aviso por correo -a algunos amigos- de su intempestiva llegada. Aquellas caras que guardo grabadas en las viejas retinas de sus ojos, el día de su partida, definitivamente ya  no son aquellas,  que lo vieron partir.
Sera mejor ir caminando piensa, después de todo, son recuerdos lo que vine a buscar en esta ciudad. Las calles parecen no haber cambiado mucho. Los colores de las casas que recuerda siguen ahí, aunque ahora están despintados con el transcurso del tiempo. La vieja escuela que sabia cruzar hacia a la avenida principal, sigue estando intacta, como si los niños no hubieran crecido. El viaje a sido largo y bien vale la pena recordar un poco de aquello que dejo un día. la ciudad es extraña se repite paso a paso, pareciera que el mundo se detuvo, aunque sea un poco. Se detiene un momento y se pone a pensar en el motivo que lo llevo a volver. un suspiro, que llevo guardado durante todo el trayecto del viaje, por fin exhala de su cuerpo. sabe que en algún momento, el tan esperado encuentro llegara.

Mientras tanto, en otro lado de la ciudad, se encuentra Navi. La verdadera y única razón del viaje de Carlos. Ella no ha tomado un viaje, ni a abandona aquella ciudad al igual que Carlos. Navi se mantuvo en ella a pesar de los años, guardando preguntas y respuestas durante todo este tiempo. 
La vida le ha dado hijos y un buen esposo. Para ella la ciudad sigue siendo la misma y a mantenido durante todo este tiempo las cosas en el lugar que se quedaron. Ahora vive pensando en el mañana, en las cosas que podría hacer para cambiar su aletargada vida.


Navi tiene ya cincuenta años y tiene dos hermosos hijos. Los ha visto crecer, mientras recordaba aquello que dejo inerte en el pasado.  Su esposo ha llegado a casa, y ella esta ahí, dispuesta a recibirlo de la mejor manera. Por lo menos, así lo viene haciendo desde siempre. La cena está servida y habrá que preparar las cosas para mañana. Sabe que hoy por la noche se repetirá nuevamente aquella charla diaria con su esposo, conversaran sobre las cosas que pasaron en el día y ella le preguntara cuando tendrán aquellas vacaciones que tanto esperan. Finalmente se arropara y le dirá: hasta mañana mi amor. Mientras un suspiro se robara su presente.

El camino de la estación a casa es corto, sin embargo ha recordado a cada paso el tiempo que paso. A lo lejos, aun esta aquella iglesia sobre la que  un día soñó mil cosas y una  callecita (que esconde una vieja casa) revive aquel primer arco iris que vio en su vida y que luego cedió paso a su primera lluvia tempestal.
El camino a casa esta por terminar y  Carlos se pregunta ¿cuánto tiempo le tomara todo este viaje? Después de todo, solo regreso a buscar aquel pedazo de tiempo, que extravió en el pasado. 

La casita esta por fin frente a sus ojos. La observa detenidamente y murmura entre dientes, hoy dormiré nuevamente en ella, mientras su rostro dibuja una extraña sonrisa. Las viejas tablas del piso, han cedido ante la modernidad. Sin embargo los muebles, de los que alguna vez se sirvió se mantienen aun intactos. Al fondo en el cuartito donde soñó, una  vieja cama se mantiene incólume ante el tiempo, como si en ella cientos de sueños aun durmieran.

Mañana empezara el verdadero viaje, se dice, mientras da vueltas en la cama. Mañana volveré tras mis pazos,  recorreré  la plaza principal de la ciudad y buscare los recuerdos que en ella deje guardados. Las iglesias que cual murallas resguardan la plaza, serán testigos de que volví para empezar un final.

El día ha vencido a la noche y Navi se dispone a despertar. La noche ha sido buena,  se levante y por un segundo observa su cuerpo aún terso y recuerda que antes su piel rebozaba desde sus pies a sus manos.

Sin embargo, se pregunta ¿por que hoy se siente tan extraña? ¿por que ha vuelto aquella sensación que había olvidado?  Aquella que arrebatara su mente con recuerdos del pasado. Aquella que sintió cuando lo vio partir. A pesar de aquello, deja esa sensación de lado, al fin y al cabo, alguna  vez aprendió a vivir con ella. 

Son las 7 de la noche, la misa en la iglesia de la merced -como siempre- está a punto de empezar. Navi decidió ingresar un momento y orar al señor. Hoy no es un día cualquiera, se pregunta mientras ora ¿por que habrá  vuelto otra vez esta sensación? se pregunta. Espera que tras orar, pueda dejar de lado aquel recuerdo que no entiende y que sobre todo, ya no comprende. No sabe ¿porque aún la  nostalgia? si después de todo,  ya pasaron muchos años desde aquel amor.
Unas bancas más adelante, Carlos se encuentra orando. Escucha la misa y recuerda que hace muchos años escucho en ella por primera vez, unos hermosos cantos en quechua que acompañaban la santa liturgia para Taytacha Cristo. ha estado todo el dia pensando en esos recuerdos que lo trajeron de vuelta, por un momento cierra los ojos y se postra de rodillas ante el altar. En esos precisos momentos, Navi avanza un poco más adelante y toma asiento entre dos mujeres de ya avanzada edad.

Los cantos continúan y Carlos parece reconocer una voz entre el coro. Sin embargo, decide pasar desapercibido aquel hecho, despues de todo no es la primera vez. Se pone de pie y se dirige hacia la imagen del señor de Huanca, mientras recuerda que fue Navi, quien le enseño a orar. Ya frente al cristo, le pregunta ¿si alguna vez escucho sus oraciones? mientras prende dos velas, al  señor que yace frente a el.

La misa esta por terminar, Navi abandona su lugar en el coro y se dispone a visitar  como siempre, al señor de Huanca. Cruza la nave izquierda de la iglesia y esta lista para despedirse del señor.

La visita de Carlos ha terminado y es hora de dejar aquella iglesia,como la ultima vez en que vio a Navi. Cierra los ojos e inclina su rodilla hacia el suelo de la nave principal de la merced.  Se santigua, agradece y parte de ella, quizas con la misma tristeza que la ultima vez. 
Mientras tanto, Navi ha  llegado a los pies del señor de Huanca y enciende dos pequeñas velas, junto al fuego de otras, que parece acaban de ser encendidas.
La misa a terminado y Carlos esta nuevamente en la puerta de la Merced. Se pregunta ¿si el camino a la vieja iglesia de San Cristóbal seguirá como antes? No le importa, dejara que ella lo guié. Al llegar, extenderá sus brazos, desde su altura observara la plaza, por última vez.  Y derramara una lágrima, recordando por ultima vez el amor que alguna vez sintió por Navi y que hasta ese día no lo ha dejado de perturbar y por lo cual ha vuelto una vez más a los andes.
Navi salió de la iglesia y fue un momento a la plaza principal de la ciudad, se detiene  en el centro de ella. Siente que alguien la observa y no sabe a ciencia cierta de donde viene esa mirada. Presiente que está cerca y lejos del pasado. Toma el camino del sol y se prepara para volver a casa. Sabe que este día fue diferente a aquellos de recuerdos y preguntas. Sin embargo,  son solo cosas de su mente y del destino. El día ha terminado y es hora de volver a casa.
El viaje de Carlos, ha terminado por fin. Las cosas pendientes se han resuelto, y por fin termino aquello que tanto le costo olvidar. A llegado la hora de tomar sus cosas y partir. Sabe que hizo lo correcto, que tal como lo predijo, el mundo se ocuparía de ponerlo cerca de sus sueños, Pero no lo suficiente como para abrir heridas. Es hora de volver, ya tiene todo lo que buscaba. Es hora de dar fin a este triste viaje y de tratar de recuperar el tiempo perdido.

Fin


P.D. las imágenes fueron extraídas de Internet. pertenecen a sus autores.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Acerca de la soledad.

"nos vamos poniendo viejos...no hay remedio a esta verdad...cada vez nos cuesta menos aceptar la soledad, sin probar un poco de libertad, sin saber como es la felicidad" (pedazo de una trova)


Son cuatro y cuarenta y cuatro de la mañana de hoy  sábado 18 de setiembre  y he comprendido entre sueños lo que venia a mi mente antes de dormir. De extraña manera, como viene sucediendo desde hace algún tiempo,  a terminado mi hora de dormir antes de lo esperado.

Me preguntaba hace algunas horas si toda esta soledad que me rodea era buena para mi y ligeramente comprendía que la soledad era buena compañera, pero a estas horas entiendo que no debería  ser mi única compañera.

Este despertar madrugador me hace comprender que debo abandonar pronto esta soledad y es que mi vida se esta convirtiendo en un monologo sin fin, en la peor de las rutinas y en la mas tonta de las historias.

Sin embargo, pese a que estoy decidido a dejar la soledad y volver a empezar. no se ni tengo la menor idea de como hacerlo o si siquiera tengo una oportunidad.

Este habitación (de solo algunos metros cuadrados) se ha convertido en el fortín de mis sin sueños, en el espacio de mis sin ilusiones y solo la bella música de mercedes sosa, es desde hace algún tiempo mi  única y mejor compañía.

Hace frió en esta madrugada y es quizás esta la muestra de mi estado natural actual. Me pregunto como se puede estar solo, teniendo la oportunidad de no estarlo. Sabiendo que no se puede estar solo cuando se tiene una madre y un padre que te quieren, cuando sabes que mas allá de todo, esta tu familia que te espera. Pero pese a ello tu mente no hace mas que creer que hace falta algo.

Ahora entiendo a Adán. Tenia un paraíso en sus manos, era amo de todo lo que lo rodeaba. Podía nombrar a cada animal y fruta de su reino, pero aun así no era feliz. Le dijo a dios que necesitaba una compañera y este compadecido de su mal le creo una compañera. Compañera que para bien o para mal se quedo a su lado por siempre.

Es de madrugada y me pregunto si podre corregir los errores, si me boca volverá a derramar verdad al hablar, si mi corazón volverá a a amar locamente, si pronto tendré con quien conversar, si compartiré mis sueños, si dejare mi soledad y la reemplazare con compañía, si seras tu esa compañía que me depara la vida.

Es extraño, como todo en la vida. Como a pesar de tener tanto tiempo en esta ciudad, no he podido cosechar amigos ni encontrar siquiera un visitante itinerante que me pregunte ¿como estas? No se si perdí el don de conseguir amigos o simplemente no hay amigos para mi acá.

Hoy es sábado y me toca trabajar por la mañana. La tarde seguramente me deparara nuevamente aquel ritual que repito hace año y medio. Sentarme a la mesa solo y compartir mi almuerzo acompañado del silencio, mientras a pocos metros de mi esta el bullicio de quienes sentados a la mesa almuerzan con aquellos que quieren o de aquellos quienes decidieron en ese día compartir su vida con ellos.

Me preguntaba papa, como haces para vivir tantos años solo y no rendirte en el camino. Me preguntaba como yo no puedo hacerlo o como es que ya no quiero hacerlo.

Siempre pensé que terminaría mi vida solo, sin problemas sin reclamos y creo que he entendido que mi mayor problema es pensar que pueda terminar mi vida sobre ese destino.

Me preguntaba porque tanta gente termina con su soledad de la manera mas violenta y da paso a la muerte auto generada y no al fin natural. Y comprendo que esta llega cuando nuestro corazón culmina concluyendo que la soledad es un mal sin cura y la esperanza una medicina sin efectos inmediatos o mediatos.

Que memoria aquella cuando cantaba aquel viejo bolero que daba la bienvenida a esta amiga ahora mal recibida: (...) Hola soledad, no me extraña tu presencia, casi siempre estas conmigo (...) te saluda un viejo amigo (...).

En que momento de la vida perdí todo aquello que tenia y mi juventud no quería. Quería éxito, deseaba   dinero, exigía  libertad y no me importaba lo demás. Hoy comprendí que el éxito es tener alguien con quien disfrutar todo aquello por lo que luchabas.

Cierro este pedazo de mi vida, diciendo que esta bueno. que ya debe terminar. Que debo tener paciencia. Que debo esperar a estar listo para volver a encontrar la compañía que tanto añoro y por mientras estará bien si intento dejar atrás los recuerdos y empezar a formar un cuento nuevo.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Paty, Juan y el tiempo.

Pati esta gritando, siente cólera, siente rabia, siente odio. sabe que odia al que mas quiso y desea su triste fin. No comprende lo que pasa, rechaza  lo que pasa. Grita al tiempo y le pide respuestas y este no se las da.

Pati esta llorando, desprecia todo, siente que no vale la pena llorar. Repite una y otra vez  que solo quiere que la amen y el mundo solo le dice que tenga calma, sin mas ni mas. y simplemente el tiempo sigue pasando.

Pati esta molesta, pide explicaciones, reclama la verdad. Aunque esta sea difícil de aceptar, aunque duela, aunque joda y aunque esta solo sea, la que ella quiere escuchar.

Juan esta obsoleto, no sabe que hacer ni que decir. Escucha el grito, el llanto y entiende la molestia. Sabe que es su culpa, aunque no lo quieran entender y no escuchen sus palabras, sabe que poco o nada puede lograr.

Juan no tiene nada, no tiene sueños, no tiene palabras. Sus ideas se las llevo la vida y su risa la escondió el silencio. Se pregunta ¿qué esta pasando? pero sabe que esta pagando. Sabe que la verdad se le escapo de los labios y todo lo que queda en su boca parece mentira. Solo tiene el tiempo y este simplemente pasa sin mas ni mas.

Juan solo  calla, pone música  y pretende dejar que ella se lleve sus preguntas y repreguntas. Busca el diario y rebusca en el aquel consuelo en repuestas astrologicas sin lógica. Prende el computador y busca respuestas en la mayor fuente de respuestas que conoce.

Pati esta esperando, se pregunta por que tanto odio, porque tanta rabia. mientras tanto las hojas están en blanco y no hay una historia bella que contar ni mucho por que bailar.

Juan también espera. piensa que el mundo dirá, que la vida lo calmara, que el camino se abrirá y que por fin las sorpresas ingratas acabaran.

Pati y juan ya no se hablan. Pelearon, votaron el amor por la ventana y saben que es difícil que este regrese. Comprenden que por mas que intenten pareciera que no podrán.

El mundo los mira y no se apiada de ellos y  les pregunta ¿si saben lo que pasara? si entienden que nada hay que hacer mas que esperar:  a que el tiempo cure, a que los días calmen y a que el mundo vuelva a rotar sobre su eje.

Pati y Juan buscan sus senderos, sin saber que pasara y sin mas ni mas que el solo  fondo oscuro de la soledad.

Los sueños se rompen, cuando el hombre se entromete entre ellos. Cuando pretendemos tomar el mundo en nuestras manos sin saber que somos nosotros quienes estamos en las de el. El mundo se rompe, cuando pretendemos llevar la vida y no dejarnos llevar. El mundo acaba cuando las heridas son mas grandes que las venditas que usamos y finalmente el mundo renacerá cuando el dolor acabe y decida que es tiempo de volver a empezar.