Por: Juan Carlos Cuya Velarde

Por: Juan Carlos Cuya Velarde
muchas historias entretejidas...olvidadas...perdidas

Tras el silencioso recorrido del capullina...se van tejiendo y contando historias en secreto pecado.

Por: Juan Carlos Cuya Velarde


lunes, 6 de diciembre de 2010

"El cuarto de Joao, la vuelta"

El cuarto de Joao, la vuelta

Después de todo, como seguramente tenía que pasar un día. El color comenzó nuevamente a ingresar en aquella habitación. Aquella que un día se vio sumida en el triste gris, que provoca de manera lastimara las razones del olvido.

Como si lo supieran, como si la palabra “vuelta” hubiera estado grabado  en las paredes de aquella habitación. Ellas comprendían que no quedaba otra cosa que soportar el dolor de su habitante, mientras este volvía. Que, debían aguardar sin preguntar y  sin siquiera pretender dejar de  luchar. Mientras aquel que se ausento  retomare los pasos del regreso.

Y es que como dicen por ahí, siempre hay un brillo de luz al final del camino y basta que un pequeño haz de luz penetro los terribles imperios  de la oscuridad, para que los enigmas de la naturaleza  formen  "el prisma de la vida" repleto de colores.   

Fue así, como los colores comenzaron a reinar en el cuarto de Joao y con esto  poco a poco este  comenzó a recuperar lo que pensaba perdido. Su sonrisa comenzó a dibujarse día con día y es que recuerdos y momentos llegaban a su mente. le hicieron  recordar que  sobre ese cuarto se encontraba su reino. Aquel del que un día partió, sin que fuera necesario se fuera en cuerpo sino simplemente en alma.

Joao, aun guarda  recuerdos de  las razones que lo obligaron a abandonar todo cuanto tenia. Y es consciente  que a pesar de todo, aun resguarda en celoso secreto, un pequeño pedazo de aquello. De lo que le hizo sufrir. Pero entiende que es necesario que aun permanezca ahí. Sabe que todo aquello le ayudara a recordar los errores que lo llevaron al doliente silencio y además entiende que a pesar de todo; ese pequeño dolor, será siempre parte de su vida. aunque cada vez más lejano y más simple recuerdo.

Tan solo ayer Joao tuvo un sueño terrible. Sintió como el mal trataba de apoderarse de su alma y este en un intento desesperado se encomendaba a aquella madrecita que cuido y protegió durante tanto tiempo aquel cuarto que sumió en el dolor. Le pidió entre sueños perdón a la madrecita de las peñas y prometió que las cosas serian por fin diferentes. 
 
Joao a comenzado poco a poco la reparación de  todo cuando se había quebrado en los tiempos del dolor y  ha empezado por darle  nuevamente vida al rey del tiempo. Aquel reloj que alguna vez se detuvo y que ya nada marcaba en los tiempos del hombre. 

Desde este día señores: “dejaran el pasado en el lugar que le corresponde y volverán a la vida a través de mi lucha por volver al mundo. Mira cada uno de los cuadros que habitan con él y les hace saber a los Arcángeles que muy pronto volverán al cielo, llevando consigo  el mensaje de que Joao a vuelto. Saluda y rinde latría a las vírgenes que lo acompañan: la virgen de las peñas, la divina madona, Santa Ana, la Virgen María , mamita Candelaria y nuestra señora de la aparecida (patrona del Brasil). Ellos  lo miran compasivamente y dibujan discretamente una sonrisa tras la vuelta de su hijo prodigo.

Los días de resurrección han llegado y por fin han caído los días del lamento. Todo deberá volver a su cauce y aquella puerta que nadie llama, que nada dice y que solo calla. Deberá por fin conocer o reconocer el llamado de su nueva ama. Mientras tanto deberá estar atenta a cualquier llamada. Pues sabe que quizás, el amor este a la vuelta de la esquina y que tarde o temprano llegara a llamar a aquellos sus dominios. 

Bienvenido Joao parece decir el cuadro del Señor de Huanca. Sabía que volverías y déjame decirte que tarde o temprano todo tenia que volver a empezar. Es hora que encomiendes nuevos habitantes a esta tu habitación. Los artesanos cusqueños están preparando mas cuadros para ti y sé que mis hermanos están en la espera de que los encomiendes a un viajero o que retomes algún día los pasos andados.

Vuelve Joao a recorrer los pasos andados y recoge los recuerdos que dejaste sobre aquel empedrado. Después de todo, son tuyos y siempre estarán esperando tu regreso. Como un día nosotros lo hicimos.

La noche ha caído y Joao por fin duerme. Por fin descansa y sobre  todo por fin un día los sueños llegaron a su vida. Aquella habitación que un día sintió el partir de su habitante, hoy celebra el regreso de su amigo y con ello los días de luz. 



"La casa de un hombre es su Castillo"

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