Por: Juan Carlos Cuya Velarde

Por: Juan Carlos Cuya Velarde
muchas historias entretejidas...olvidadas...perdidas

Tras el silencioso recorrido del capullina...se van tejiendo y contando historias en secreto pecado.

Por: Juan Carlos Cuya Velarde


martes, 20 de abril de 2010

Tú me enojas (...)

Es extraño saber como uno va adoptando palabras y gestos de otra, del como el ser humano, puede acostumbrarse tanto a los pasos, palabras y gestos de otro. Y digo esto, porque hoy por la mañana vino a mi mente esa frase: Tú me enojas y probablemente para el común de las personas esta significa: Tú me haces renegar, me haces molestar. Y la verdad que al contrario de la misma, esta palabra en mi corazón significa totalmente lo contrario.

Alguien me enseño que (...) Tú me enojas, significa: tu me estas regañando, tu me estas gritando. Lo cierto es, que a pesar de no entender el contrario de esta palabra, poco a poco me fui haciendo de ella y hoy comprendí que significa, cuando tu me gritas te estas enojando y me haces sentir mal.  

Hoy comprendo lo bello del amor, de como puedes comprender y entender a la otra de manera perfecta. Hoy en día extraño muchas de esas palabras que me enseñaste. Nunca dejare de decir achachua cuando me duela algo o cuando me sorprenda algo o el frotar la parte que me duele diciendo hampi hampi (sana, sana).

No solo palabras me dejo toda nuestra relación, sino cosas mas bellas que esas. Aún guardo tus gestos en mi mente y muchos de ellos se han hecho parte de mi dia a dia. hoy solo puedo decir que te enoje muchas veces, sin darme cuenta, sin comprender que solo querias un poco mas de amor. Eres un salvaje (jajaja) era un salvaje en verdad y es que creo que era un salvaje frente a ti. Quizás nunca comprendías como podía ser tan loco, acelerado y sobre todo renegon. Me agradaba la forma en que podías hacer calmar mi cólera y mi ira y de como podías transformar un momento de cólera en la escena mas tierna del mundo. 

Bueno, creo que finalmente nos estamos desviando del tema, lo cierto es que los seres humanos somos animales de costumbres, no me pregunten como es que  una mujer llega a domesticarnos (dicece del verbo que significa cambiar tus malas costumbres) y es que solo creo que lo hacen y punto.

Bueno, esta  entrada no pretende ni imponer una idea, ni cambiar el mundo. Solo es el desfogue de una idea metida en mi cabeza y que quise compartir con Uds.

Gracias por enseñarme la belleza de los colibrís y lo tierno de los pelícanos, aunque te enojara mientras tanto.


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