Por: Juan Carlos Cuya Velarde

Por: Juan Carlos Cuya Velarde
muchas historias entretejidas...olvidadas...perdidas

Tras el silencioso recorrido del capullina...se van tejiendo y contando historias en secreto pecado.

Por: Juan Carlos Cuya Velarde


miércoles, 4 de agosto de 2010

Los caminos del arriero

"Arrieros somos y en el camino nos encontramos"



Ahora que escucho “aquella zamba para el olvido” que tan hermosamente canta doña mercedes sosa, me viene a la mente aquella frase que siempre llevo en mi memoria: Arrieros somos y en el camino nos encontramos.
Efectivamente veo como solo somos pequeños instrumentos de dios, que estamos aquí en esta vida:” que es un camino con un solo fin de llevar y traer: alegrías, penas, buenas nuevas, esperanza y demás cosas para las cosas que la vida nos ha deparado.”
En este largo camino, que Dios depara para nosotros, no somos pues dueños de nada. Quizá solo de las cosas materiales, aquellas que al fin y al cabo solo son materia que se destruye con el tiempo y de manera cíclica vuelve a convertirse en materia primaria.
¿Somos dueños de nuestra vida? No lo creo, pero sí de nuestras decisiones. Aunque sabemos que no siempre podemos decidir de la mejor manera. Ya Sócrates decía: “que entre la elección de dos males, a veces no queda más que escoger el mal menor.”
Reviso una y otra vez aquellos caminos que me toco recorrer en mi encomienda de arriero y noto que no siempre escogí el camino a andar. Dios me puso en muchos sitios que ni siquiera esperaba, me enfrente a cosas que jamás creí y viví cosas que jamás olvidare.
Ahora simplemente como la canción sé que no soy de aquí ni de allá, pero sí de Dios.  No soy dueño del mañana, pero si del ayer. No sé que me deparara la vida, ni que carga me tocara ahora llevar, no sé si despertare en la  mañana o si caminare nuevamente hacia el mar, no sé si me deparan días felices o tristes, no sé si veré a los viejos amigos pronto o no los volveré a ver más. Solo sé: “que arriero soy y que el camino me presentara las cosas que él me quiera mostrar.”
Sin embargo como todo en la vida, debemos saber que los caminos encomiendan preparación. Debemos estar preparados para lo que venga, para una carga grande o chica, para un camino largo o corto, para parar, para caminar, para llevar o para traer.
Es largo el camino, así que no desesperes. Toma las decisiones que tengas que tomar y espera las que  sean de dios o de otros. Estemos siempre alertas, uno no sabe cuando se nos presentara la virgen en nuestro camino y de ser así estemos preparados para ella. No nos paremos al lado del camino para ver pasar, sino que caminos en el. Es mezquino que con tanto camino, nos paremos a su costado a esperar.

Me agrada lo que dice mercedes sosa en aquella canción homónima del poema del gran Cesar Vallejo: Maza.
“si no creyera en la locura de la garganta del sinsonte, sino creyera que en el monte se esconde el tino y la pavura, sino creyera en la balanza, en la razón del equilibrio, sino creyera en el delirio, sino creyera en la esperanza, sino creyera en lo que agencio, sino creyera en mi camino, sino creyera en mi sonido, en mi silencio…que cosa fuera la maza sin cantera (…)
Me quedo finalmente con el ir y venir, por ahora ese el camino, un día dejare la carreta y de seguro habrán hijos que continúen con este camino. Que tiene partes asfaltadas y otras de trocha y de seguro que muchos caminos sin recorrer aun.
Entonces no nos preocupemos, que arrieros somos y en el camino nos encontraremos. Pero atentos, quizás nos crucemos y una camanchaca no nos logre avizorar, será quizás porque aquel con que cruzamos definitivamente no era de nuestro camino.






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